“Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta”. (Carl Gustav Jung)

Como cualquier obstáculo en la vida, el primer paso para vencerlo consiste en identificarlo. Una actitud común, pero equivocada es creer que el estrés es propio de la vida y por lo tanto hay que aprender a vivir con él.

 

Este artículo tiene como objetivo describir los factores que desencadenan estrés, sus consecuencias, la detección de lo que podría ser estrés crónico/patológico y las estrategias preventivas.

Cabe destacar que el estrés es la respuesta fisiológica o psicológica que manifiesta una persona ante un estímulo o estresor ambiental. No está mal tenerlo porque en la vida cotidiana estamos expuestos constantemente a dichos estímulos, por lo tanto, el estrés sería una respuesta adaptativa y necesaria para enfrentar determinadas situaciones. Ahora bien, cuando esta condición incapacita y comenzamos a “padecerlo”, es ahí donde debemos prestar atención y tomar medidas preventivas, ya que una cantidad excesiva de estrés puede tener consecuencias adversas sobre la salud.

Las investigaciones demuestran que el estrés puede contribuir al desarrollo de enfermedades graves tales como enfermedades cardiacas, depresión y obesidad.1

El problema es que podemos estar estresados y no darnos cuenta. Muchas veces nos sentimos mal físicamente y padecemos malestar anímico, pero nos acostumbramos y continuamos nuestra vida reduciendo los síntomas a un estado “normal” que forma parte de la aceleración de la vida cotidiana que caracteriza la vida moderna.

Como cada uno de nosotros es singular, puede sentir y expresar el estrés de modo diferente, por tal motivo es importante identificar cuáles son los síntomas y como nos afectan ya que solo reconociendo el estrés podemos eliminarlo.

Tipos de Estrés:

Describiremos dos tipos de estrés:

Eustres (Estrés positivo/Normal) es la respuesta adecuada tanto a nivel psicológico como fisiológico a un estímulo. Este estrés permite el funcionamiento del organismo y la adaptación al medio por lo que es indispensable para nuestro funcionamiento y para nuestro desarrollo.

Distres (Estrés negativo/Patológico) Ocurre cuando las demandas del medio son excesivas, intensas y/o prolongadas, y superan la capacidad de resistencia y de adaptación de la persona. Este tipo de estrés produce en el individuo malestar corporal y psicológico. 2

Causas del estrés patológico:

Las causas por las que una persona puede desarrollar estrés son diversas. Aunque ciertos sucesos vitales que afectan a la familia o el entorno social en que uno vive puede ser causa del estrés, sin duda el factor más habitual es la presión en el ámbito laboral. Esta situación generalmente está provocada por unas condiciones de trabajo y formas de organización que responden más a procesos tecnológicos y criterios productivos que a las capacidades, necesidades y expectativas del individuo.

Aún así, es bastante habitual que un mismo entorno laboral genere distintas respuestas en los individuos. Esto indica claramente que los factores externos son tan sólo un elemento (en ocasiones determinante, en otras secundario) en el desarrollo del estrés en una persona. Más bien, su desarrollo está condicionado por la capacidad de cada uno para hacer frente a situaciones estresantes, en las que tienen especial importancia sus características particulares, como la personalidad, las estrategias que adopta y el apoyo social con el que cuenta. 3

 Consecuencias del Estrés:

El estrés produce una serie de consecuencias y efectos negativos. A continuación se detallarán algunos de los síntomas sobre los cuales debemos prestar especial atención a fin de detectar estrés patológico.

Cualquier persona que esté estresado constantemente, presenta algunos de estos síntomas:

Síntomas Físicos:

  • Opresión en el pecho.
  • Alteración del sueño
  • Sudor en las palmas de las manos.
  • Palpitaciones.
  • Disminución o aumento del apetito
  • Sequedad en la boca.
  • Falta o aumento de apetito,
  • Alteración del tránsito intestinal
  • Fatiga.
  • Tensión muscular.
  • Etc.

Síntomas Cognitivos/esfera psicológica:

  • Inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia.
  • Apatía
  • Indecisión
  • Miedo o pánico, que si llega a ser muy intenso puede llevar a sentirnos «paralizados».
  • Preocupación excesiva
  • Irritabilidad
  • Pensamiento catastrófico.
  • La sensación de que determinada situación nos supera.
  • Dificultad en la concentración y memoria
  • Dificultad para pensar con claridad y obejtividad
  • Cambios de humor constantes.
  • Etc.

Síntomas Conductuales:

  • Inquietud/hiperactividad
  • Tics/tartamudeo
  • Dormir en exceso o sufrir de insomnio.
  • Dificultades en la esfera sexual.
  • Comer en exceso o dejar de hacerlo.
  • Beber o fumar con mayor frecuencia.
  • Comportamientos de evitación o alejarse de situaciones temidas.
  • Etc.

Importante: como la mayoría de estos síntomas son aislados y podría no despertar sospechas, es fundamental consultar con especialista para evacuar dudas.

Prevención del Estrés:

Estas son algunas estrategias para la prevención del estrés:

  • Organizar – Priorizar (jerarquizar las situaciones a resolver) y seleccionar (aprender a delegar y no pretender realizar múltiples tareas a la vez).
  • Realizar actividad física.
  • Asegurarse de dormir lo suficiente.
  • Búsqueda de momentos de silencio para eliminar el exceso de información
  • Prepararse para enfrentar situaciones estresantes como por ejemplo: presentaciones, entrevistas laborales, exámenes, etc.
  • Alimentación saludable: reducir los alimentos que contienen grasa y azucares en exceso, café, refrescos y alcohol.
  • Planificación de tareas, evaluar el tiempo real que insumen las mismas y llevar un registro por escrito. Esto evitará olvidos y contratiempos incensarios.
  • Procurar momentos de descanso, actividades sociales y recreativas.
  • Saber pedir ayuda cuando nos sentimos sobrepasados por determinada situación.

Solo si identificamos el problema y comprendemos de qué modo nos afecta, podremos dirigir acciones tendientes a solucionarlo y/o buscar ayuda profesional en caso de que no hallemos la solución por nuestras propias vías.

Nuestro cuerpo habla y es importante aprender a escucharlo para comenzar a generar cambios saludables.

Referencias:

1 Ibid. /Anderson, N.B. (1998). “Levels of Analysis in Health Science: A Framework for Integrating Sociobehavioral and Biomedical Research,” Annals of the New York Academy of Sciences, Vol. 840, pp. 563-576.

2 Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad

3 Redacción : Mag. Hernán Díaz. Periodista Sanitario. Director de Comunicación de FUNDADEPS. Docente del Experto en Comunicación Social y Salud (Universidad Complutense de Madrid).

Fecha Creación : 11/03/2011

Fuentes : Notas Técnicas de Prevención Nº 318, 349, 355 y 439. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, Ministerio de Trabajo e Inmigración.

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