¿Qué podemos hacer cuidar nuestra voz en invierno? ¿Cómo impacta el aislamiento por COVID-19 en el uso que le damos a través de la comunicación online? 

La Lic. Paula L. Bellengeri (MN 8713), parte de nuestro equipo de Fonoaudiología,  comparte algunas recomendaciones en la siguiente entrevista.

1)  ¿Afecta el frío al uso de la voz? ¿Cómo?

En los cambios de estación, las afecciones alérgicas encuentran las condiciones necesarias para manifestarse. El invierno y las bajas temperaturas resultan un escenario favorecedor a la exposición de enfermedades respiratorias. Además, este contexto, genera algunos descuidos: las personas tienden a disminuir hábitos saludables cotidianos como la hidratación permanente y suelen “reemplazarla” ingiriendo infusiones muy calientes, comidas altamente calóricas y condimentadas. A su vez los días son “más cortos” y los tiempos se reducen, finalizando el día inmediatamente luego de la ingesta y sin dar tiempo a una correcta digestión. 

Todos estos factores afectan directamente los cuidados de la voz impactando directamente en las cualidades acústicas de la misma, aumentando la exigencia por su rendimiento.  

2)  ¿Qué podemos hacer para cuidar nuestra voz en invierno?

Las siguientes recomendaciones deberán ser tenidas en cuenta siempre, y agregaremos cuidados específicos acordes a la época del año:

1.Ingerir abundante líquido. De 8 a 10 vasos de agua al día.

2.Limitar la ingesta de bebidas muy calientes, y/o que contengan alcohol o cafeína. Actúan como diuréticos (sustancias que aumentan la cantidad de orina) y producen pérdida de líquido del cuerpo. La pérdida de líquidos reseca la voz. El alcohol además irrita la mucosa de la membrana que recubre la garganta.

3.No fumar y evitar ser un fumador pasivo.

4.Practicar técnicas de buena respiración mientras hablamos o cantamos.

5.Evitar comidas picantes o muy condimentadas. Las comidas picantes causan mayor producción de ácido y éste se va a la garganta o al esófago (causando reflujo).

6.Usar un humidificador en casa, sobre todo si se utilizan caloventores o estufas por muchas horas-.

7.
Tratar de no excederse en el uso de su voz. Evitar hablar o cantar cuando estemos roncos.

8.Lavarse las manos a menudo para prevenir infecciones virales, gripe, resfriados, etc.

9.Descansar lo suficiente. La fatiga tiene un efecto nocivo en la voz.

10.Evitar hablar en lugares muy ruidosos, y en simultaneidad  (videoconferencias), Al tratar de hablar por encima del ruido incrementa la tensión en nuestra voz.

11.Considerar el uso de un micrófono, en ambientes amplios, como una sala de clase o de ejercicios.

12.Considerar la terapia de la voz. Un terapista del lenguaje que tenga experiencia en estos problemas nos puede dar consejos para el uso de la voz adecuadamente.

3) En este contexto de aislamiento, ¿qué debemos tener en cuenta para proteger la calidad de nuestra voz?  

Este año particular nos encontramos atravesando una situación pandémica por covid-19, que nos sitúa en un aislamiento preventivo. Gracias a la tecnología actual las llamadas y videoconferencias se usan más que en cualquier otro momento. La Voz aquí juega un rol fundamental ya que gracias a ella nos podemos mantener comunicados y nos acerca.

Pero la distancia existe y en conversaciones comunes, nos encontramos relatando muchos detalles que en un contexto presencial quedarían implícitos: la falta de acompañamiento gestual hace que el modo en que describimos los hechos tienda a ser más exagerado, y el tiempo en el que lo hacemos sobrelleven a una exigencia para la que no se está preparado. En consecuencia, esto genera una incoordinación fonorespiratoria, que posteriormente podría terminar afectando el funcionamiento de las cuerdas vocales. 

Otra particularidad en estos tiempos es el uso preventivo de tapabocas y barbijos, que nos da un percepción de feedback auditivo de disminución de la voz, donde el locutor se exige  por alcanzar tonos más altos para ser correctamente oído por el receptor. La velocidad a la que se habla, el esfuerzo al que se expone, la falta de  pausas necesarias, las tomas de aire desorganizadas y las expresiones excesivamente largas terminan favoreciendo la posibilidad de un daño a la musculatura cordal

Teniendo en cuenta lo expuesto, sumamos algunas recomendaciones: 

-Brindarse tiempo para hablar. Hacerlo de modo pausado, mejorar la la articulación del habla y prestar atención a la hidratación y utilizar oraciones cortas.

-Dar alerta cuando se produzcan cambios en la voz, picazón en la garganta o ronquera

-Solicitar interconsulta lo antes posible recordando que toda intervención temprana cuenta con mayor éxito a la resolución de problemas.

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