En invierno debemos estar muy atentos a no descuidar nuestro cuerpo ya que el frío contribuye a la propagación de virus que necesitan de bajas temperaturas, como  resfriados y gripes. Una forma de evitar este tipo de contagios es cuidarnos con nuestra alimentación.

Suele suceder que a bajas temperaturas optemos por ingerir únicamente alimentos hipercalóricos y dejemos de lado las ensaladas, las frutas frescas y el agua.

En el caso del agua, su consumo es de vital importancia ya que desempeña una actividad central en la termorregulación del organismo y el transporte de nutrientes. En un ambiente frío se pierde mayor cantidad en forma de vapor, por lo que una adecuada hidratación favorece la vasodilatación, que ayuda a mantener la temperatura corporal.

Si pudiéramos prestar más atención a los alimentos que de la naturaleza se obtienen, nos sorprenderíamos al entender que las frutas de “estación” aparecen en el momento indicado para fortalecer nuestro organismo contra las altas y bajas temperaturas. Las más características del invierno son los cítricos, como las naranjas y las mandarinas que contienen ácido cítrico (responsable del sabor ácido) y potencian la acción de la vitamina C. Esta vitamina es responsable de reforzar el sistema inmunitario y prevenir infecciones.

Por esto, los nutricionistas recomendamos, además de mantener una dieta equilibrada y saludable, dos consejos básicos para hacer frente a las enfermedades típicas de la exposición a bajas temperaturas.

  • Mantenernos hidratados: Beber seis vasos de agua al día sin esperar a tener sed evita a que nos deshidratemos. Recordemos que las hortalizas, frutas frescas e infusiones calientes que sumamos cuando sentimos frío, contribuyen a cubrir nuestro requerimiento.
  • Ingerir mayores cantidades de vitamina C: Aprovechar para consumir los cítricos de esta época del año que son ricos en vitaminas y antioxidantes y tienen menor costo que otras que no son de estación. Algunos ejemplos son el kiwi, la naranja, la mandarina y el pomelo.

Algo fundamental es no olvidar que practicar ejercicio físico aumenta las defensas, además de ayudar de forma muy positiva a disfrutar de una buena salud.

Por Lic. Laura Gisela Gonzalez
M.N. 8413

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