Vocación de servicio, empatía, compromiso y dedicación son algunas de las palabras que definen el trabajo cotidiano de enfermeros y enfermeras. En su día saludamos y reconocemos a cada uno de ellos, especialmente al equipo de nuestro Centro Médico. En esta nota te invitamos a conocer el Servicio de Enfermería del CMIFR a través del testimonio del Lic. Jerónimo Wigger, jefe del área.
¿Cuál es el rol de los/as enfermeros/as en el CMIFR?
Definir el rol de un enfermero sería bastante extenso y es importante no olvidar ninguna de las múltiples tareas que realiza en su día a día. Digo día a día porque lo más probable es que tenga más de un trabajo. Eso conlleva a largas jornadas y a no terminar nunca de desenchufarse. El enfermero es el experto y el especialista en el “arte de cuidar”.
¿Cómo definirías eso que llamás el “arte de cuidar”?
Claro, si bien la formación académica nos enseña diferentes técnicas y procedimientos, el cuidar es un arte. Cada caso es único e irrepetible aunque la patología sea la misma. Por eso el enfermero se centra en la persona que transita un evento de salud y no en su patología.
¿Cuál sería la diferencia entre ambas situaciones?
Quizás la diferencia pueda parecer semántica, pero no lo es. Es un modo de hacer las cosas. En el CMIFR hacemos enfermería centrada en la persona. Nuestros pacientes son accidentados y eso nos obliga a trabajar con personas que están traumatizadas, que se encontraban trabajando y que terminan en nuestra institución. Primero vencer la barrera del desconocido, luego la aceptación de lo ocurrido y finalmente el desarrollo de los cuidados que conlleva cada caso. Ahí está Enfermería: cuidando, conteniendo y acompañando.
¿Cómo es el trabajo en equipo con el resto de los servicios del Centro Médico?
Enfermería es transversal a todos los servicios y especialidades, ya que estamos en el centro del proceso de atención. Me refiero “en el centro” no desde una visión egocéntrica, sino porque somos el nexo entre los diferentes servicios y especialistas para que -directa o indirectamente- llevemos al acto el plan de cuidado. La relación es buena y se trata todo el tiempo de ser equipo. Esa es la única manera de que al paciente le vaya bien. En definitiva, todos los que formamos parte del equipo de salud estamos para que el se recupere y pronto pueda retomar su vida habitual.
¿Cuáles fueron los principales cambios que vivió la profesión a partir de la pandemia?
El Covid nos impactó a todos, de un momento a otro nos vimos enfrentados a un virus que poco se conocía y que mucho daño generaba. Rápidamente tuvimos que hacernos “expertos” en una patología casi desconocida a nivel mundial. Pero la realidad es que el paciente estaba en puerta y debíamos darle atención. Fuimos aprendiendo sobre la marcha, utilizando los conocimientos técnicos conocidos para los aislamientos y asimismo fue muy difícil para todo el sistema de salud. Nos vimos inmersos en muchas dificultades, como las largas jornadas de uso de los equipos de protección, el lidiar con la escasez y el temor… La realidad es que todos teníamos miedo.
¿Sentís que la profesión fue valorada de otra manera a partir de esa situación sanitaria tan crítica?
La opinión pública y los medios de comunicación mostraban datos catastróficos y, en ese contexto, estábamos en la primera línea. Enfermería cobró cierto protagonismo, pero me apena que haya sido de esa manera. El enfermero siempre existió y no debería haber sido una pandemia la que reluciera el trabajo y el profesionalismo. Pero bueno, acá estamos y seguiremos haciendo lo que mejor sabemos hacer que es cuidar. No fue fácil ver cómo nuestros compañeros caían y lamentablemente hemos vivido la pérdida de colegas y hasta familiares. Luego ese profesional debía encarar al virus que quizás fue el generador de tanto dolor en sus vidas.
¿Qué significa la enfermería en tu vida?
En lo personal estudie enfermería por elección y, sin duda, la profesión se alinea con mis valores personales. Uno va por la vida siendo enfermero, no se saca el “traje” nunca. Soy muy feliz con mi profesión, busco capacitarme permanentemente para lograr más y mejores herramientas. Y lo hago para liderar a mi equipo de trabajo y dar mejores cuidados a nuestros pacientes.
¿Qué consejo o qué palabras le dirías a alguien que quiere ser enfermero/a?
Reproduzco lo que le dije a mi hija cuando me contó que quería estudiar enfermería: “Si lo sentís de corazón y lo hacés con pasión, la enfermería es tu profesión”. A los futuros colegas les diría que son largas jornadas, quizás con poco reconocimiento, con sueldos no siempre alentadores, pero que cada segundo en esa profesión es un baño de realidad. Se van a llevar muchas alegrías y harán a mucha gente feliz. Si buscan mitigar el dolor, la angustia, el temor; si están dispuestos a sostener la mano de una persona que está en soledad; si pretenden dignificar a una persona cuando se le hace un baño, y si buscan permanentemente el bienestar del prójimo, entonces es su vocación. ¡Bienvenido al mundo de la enfermería!
