Sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes con enfermedades hematológicas tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar para poder curarse. El resto debe recurrir a un donante no emparentado, a través de los registros de donantes, entre ellos el Registro Argentino que forma parte de la Red Mundial Bone Marrow Donors Worldwide.

Cada año, cientos de personas son diagnosticadas con enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficits inmunológicos. Estas enfermedades pueden ser tratadas con un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea.

El 1 de abril de 2003 fue creado el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas, que funciona bajo la órbita del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Desde su creación, se ha ido incrementando año tras año la lista de voluntarios, los cuales se integran a la red mundial, que cuenta con más de 22 millones de personas pertenecientes a 48 países.

¿Cómo inscribirse?

Para ser donante son requisitos: estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos. Es necesario dirigirse al Centro de Donantes más cercano y donar una unidad de sangre. Dichos centros funcionan en los Servicios de Hemoterapia de diversos hospitales en todo el país. Un técnico guiará e informará a los donantes sobre cómo completar la ficha de inscripción.

Con el consentimiento informado del donante se toma una pequeña muestra de la unidad de sangre donada para realizar el análisis de su código genético (HLA). Los datos de HLA se ingresan a la base informatizada del registro.

Las CPH sólo se donan si hay alguien que lo necesite y que sea un 100% compatible con el código genético del donante.

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